Fort Myers, Florida - Sentado en el -grand stand- del Jet Blue Park al lado de sus hermanos David Ortíz gritó a los cuatro vientos que por vez primera analizaba su retiro. En ese momento observaba a sus compañeros batear prácticas y tomar rodados.
David, con bate en mano, una sonrisa en su cara y con mejor ánimo que un mozalbete ya muestra que quiere ver el juego desde otra parte que no sea dentro de las líneas de cal y arena.
“Es increíble que es la primera vez que me siento en este estadio tras toda una vida con Boston, y me he puesto a pensar en mi retiro. Es algo que nunca me lo había imaginado. Pero viéndolos a ellos (sus compañeros) me da nostalgia saber que es inminente mi retiro”, comentó David, en una extensa conversación con redactores de Listín Diario.
“Así como les digo que estoy analizando ver el juego desde esta parte también quiero que sepan que no doy marchar atrás a esta decisión. Inclusive, ya veo juegos por televisión para irme acostumbrando”, aseveró con una sonrisa en sus labios y un rostro que no deja esconder que se le hará difícil abandonar el juego, pese a que se siente seguro de decirle a dios al béisbol al finalizar la temporada del 2016.
“Me voy a gozar esta temporada como todas las anteriores. Yo estoy -ready- para esto, ya que lo único lamentable de los atletas es que un día llega el retiro, y a mí me llegó el mío”, dijo.
Entre risas dijo que la -chercha- es lo que más va a extrañar del juego. “Tú nos viste estrechándonos y el coro que tenemos en este equipo; son cosas que sé me harán falta, eso me distrae, esa gente son mi segunda familia”.
No quiere ser coach
David es un tipo de béisbol, pero entiende que su esposa se merece que él le dedique tiempo, es por eso que luego de su retiro tendrá un año sabático.
“Tengo ofertas de Boston para cuando me retire, pero quiero descansar un año al menos”, dijo. “Voy a pensar bien sobre un posible puesto, sin embargo declino ser coach porque es un trabajo que demanda de mucho tiempo y estoy seguro que mi esposa me puede botar si le digo que seguiré en el terreno de juego (risas)”.
Por William Aish
